En un intento desesperado por poner fin a los constantes enfrentamientos a piedra entre jóvenes de dos barrios distintos en el suroccidente de Barranquilla, específicamente en la calle 98 con carrera 9L del barrio Los Rosales, los residentes de esta comunidad han tomado medidas para que sus calles dejen de ser un campo de batalla.
(Además : Barranquilla invertirá $ 100 mil millones en 64 vías : estos son los proyectos)
"Todos los techos de las casas están reventados, esa tiradera de piedra es todos los días", manifestó un residente del sector, destacando el malestar y la angustia que sufren los habitantes de la zona debido a estos actos vandálicos recurrentes.
Cansados de sufrir los estragos de estos enfrentamientos, la comunidad de Los Rosales ha decidido llenar las calles con una gran cantidad de vidrios partidos, con la esperanza de disuadir a los jóvenes que de manera permanente se citan en las calles para enfrentarse a piedras, garrotes y machestes.
Señalan que muchos de sus casas han sufrido graves daños en sus estructuras debido a la tiradera de piedras.
"Todo el techo de mi casa lo tienen partido con unos huecos enormes. Uno no duerme bien, no come bien, pasamos es sobresaltados porque eso es recurrente y diario", dijo Altamira Nuñez, una habitante del sector que ha sido afectada por esta situación, en dialogo con el portal Impactonews.
Los enfrentamientos, que no solo involucran el lanzamiento de piedras, sino también de botellas y objetos cortopunzantes, comienzan temprano en la madrugada y continúan durante la mañana y la tarde, generando un ambiente de constante tensión e inseguridad en la comunidad.
La comunidad tomó la decisión de llenar la calle de vidrios desde la noche del domingo 25 de febrero, y aunque reconocen que es una medida extrema, aseguran que ha tenido cierto éxito, al menos en el transcurso de la mañana siguiente.
En el barrio Los Rosales llenaron de vidrio varias calles para evitar que los chirretes se levanten a peñón pic.twitter.com/1WcI33pAs7
— Luchovoltio (@luchovoltios) February 26, 2024
"Estamos cansados de que nos revienten las ventanas y techos de nuestras casas con esa tiradera de piedras. Uno llama a la Policía y vienen un rato, pero cuando se van vuelven a lo mismo", expresó otro residente de la zona, reflejando el sentimiento de impotencia y frustración de la comunidad ante la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades.
La comunidad de Los Rosales espera que esta medida extrema, aunque temporal, logre poner fin a la violencia y permita recuperar la paz y la seguridad en su barrio.
Escribéme a leoher@eltiempo.com y en X: @leoher70
Comentar