El señor Navarro, se obsesiona con su automóvil. Damaris insiste en lograr respuestas de las autoridades sobre un ser querido desaparecido, mientras Matea insiste en que se vayan y distribuye bienes ilegales, y Escarlata inicia un romance secreto con Chino, el joven de los mandados.
Y más conflictos surgen: Chino es reclutado a la fuerza, Escarlata queda embarazada, Bruna es descubierta en actos de autoexploración, y Matea, con una persistente determinación, busca la atención de Navarro, quien parece nutrir una inclinación por un amor más tácito y menos pronunciado.
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Ese es el contexto que sirve como escenario para llevar la trama de un conflicto a unos cuadros cotidianos, posiblemente un tanto surrealistas, pero a la vez muy cercanos en la obra Banda sonora, nueva creación del Teatro Petra y que comienza este del 1 al 4 de febrero en el Teatro Colsubsidio (horarios: jueves a sábado, a las 7:30 pm y el domingo a las 4:00 pm.).
Una amplia y alguna vez radiante casa, que se desmorona poco a poco, es el hogar de tres hermanas que luchan por mantener la vida cotidiana en medio de la guerra, junto a la hija de una de ellas, un inquilino y un joven que no pudo regresar a su casa al otro lado de la ciudad. La obra se caracteriza por una tensión entre la amenaza exterior y los conflictos internos, entre la insistencia de algunos porque se vayan, y la resistencia de otros a abandonar su casa, su tierra.
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“Aunque en Colombia hemos vivido en conflicto por mucho tiempo, la peor parte ocurre en las zonas rurales. Por eso nos preguntamos qué sucedería si esa guerra llegase a nuestras ciudades. ¿Cómo reaccionaría la población urbana si la guerra se librara en su propio hogar? Esto nos llevó a imaginar una distopía urbana, en un barrio como Chapinero”, dijo Fabio Rubiano, creador de esta obra con Marcela Valencia, Derly Neira y Sharon Pacheco, Juanita Cetina, Bernardo García y Juan Diego Marín.
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