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Los caballeros no están muertos, pero nosotras los estamos matando /De tu lado con Álex
Caballerosidad

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Los caballeros no están muertos, pero nosotras los estamos matando /De tu lado con Álex

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"No estoy de acuerdo con las mujeres que se ofenden si les abren la puerta".

Una y otra vez nos quejamos de que los hombres ya no son caballerosos ni detallistas. Incluso los acusamos de no cortejarnos “como antes”. Sin embargo, rara vez nos cuestionamos si, como mujeres, tenemos algo de responsabilidad.

Pienso que sí hemos tenido que ver, y mucho, con el cambio radical que muestra una gran mayoría de hombres a la hora de tratarnos. La definición de feminismo ha sido completamente transfigurada. El concepto inicial es que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres, pero esto no implica, de ninguna manera, que somos iguales. Somos muy diferentes, y en vez de tratar de igualarnos, deberíamos destacar y potencializar nuestras diferencias.

No estoy de acuerdo con las mujeres que se ofenden si les abren la puerta, que se sienten menospreciadas si les dicen que están lindas o que ponen el grito en el cielo porque les ofrecen un puesto en el transporte público.

Para nada creo que dejarme ayudar con las maletas o querer que me abran la puerta del carro, me hace menos autosuficiente. Sé que soy una mujer independiente e inteligente, y permitir que me consientan, cortejen o, de alguna manera, me protejan, no me hace sentir menos fuerte. Qué lindo era cuando los hombres caminaban al borde del andén para cuidar a la mujer del peligro de los carros. Qué románticas me siguen pareciendo las cartas de amor, así como el detalle –que parecería insignificante- de que me recojan en la puerta de mi casa y no con un mensajito de Whatsapp que diga “¡ya llegué, baja!”

Cuando hablo de estos temas los hombre brincan y aseguran: “Las mujeres lo quieren todo, les gusta que las inviten y les paguen, pero juran que lo pueden hacer todo sin nosotros”. Yo no veo el problema, no hay nada de malo en que las mujeres inviten a sus parejas, como tampoco lo es que les guste que las consientan y las conquisten.

Estoy segura de que muchas mujeres, al igual que yo, añoran la caballerosidad, pero les da pena decirlo. Porque si admiten que les parece fantástico que les manden flores, que les inviten a un viaje o que las ayuden con las bolsas del mercado, tal vez los hombres crean que están exigiéndoles demasiado.

¿Por qué dejar de esperar tratos amorosos por miedo a estar solas? ¿Por qué creer que vamos a perder terreno en el área laboral o intelectual por querer ser tratadas como mujeres? El terreno ya lo hemos ido ganando, y aun cuando todavía falta, depende de nosotras mantenerlo.

Por otro lado, ojalá los hombres dejen de usar como excusa, para no ser caballerosos, esa vez en la que una mujer amargada los regañó por abrirle la puerta del ascensor. Creo que las que gritan a los cuatro vientos que lo pueden hacer todo solas, que siempre hablan mal de los hombres y se ofenden cuando las quieren consentir, nunca han tenido un verdadero caballero a su lado. Porque un hombre caballeroso no tiene duda de que ella puede sola y la admira por eso, pero al mismo tiempo le parece maravilloso tratarla como una mujer y no como un compañero de gimnasio.

ALEXANDRA PUMAREJO
@DeTuLadoConAlex

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